Libertad


Voy a contar una de las anécdotas que recuerdo de mi infancia que han quedado en mi memoria al pasar de los años. Más o menos en este tiempo tenía 7 años de edad; recuerdo que estaba jugando en la cochera de mi casa cuando al voltear vi a una mariposa a lo lejos; me acerqué para verla más de cerca y poder contemplarla. Siempre he sido muy curiosa con la naturaleza y pues de niña y a esa edad yo creo que lo era aún más. Al observar a la mariposa me di cuenta que ya no tenía la mitad de una de sus alas pero aún así era hermosa, tenía un color amarillo brillante y en el contorno de sus alas un degradado que iba de café a negro, cuando de repente se acerca mi papa y me pregunta: ¿qué haces hija? Y le conteste "viendo a esta mariposa papa, ya no tiene la mitad de una de sus alas y no puede volar". Al momento los dos observábamos a aquella majestuosa mariposa la cual se arrastraba por el piso y le costaba mantener el equilibrio por la falta del pedazo de ala que hacía que se balanceara más de un lado que de otro. Cuando de repente mi papa me dijo: "Probrecita, está sufriendo mucho ya que ella está acostumbrada a andar de un lado a otro y ser libre, será mejor que la mate para que ya no sufra más" después de decir eso mi papa aproximó uno de sus pies arriba de ella y sin dudarlo la aplasto. Al voltear a verme, yo creo que vio mi cara de angustia y me dijo: "fue mejor así, ya que por su naturaleza no iba a ser feliz sin volar". Entendí que mi papa tuvo la mejor de las intenciones con aquella mariposa. Pero esa tarde me la pase pensando en el sufrimiento de aquel insecto. ¿Cómo es que habría perdido la mitad de su ala? ¿Cuánto tiempo llevaría arrasándose la pobrecita? ¿Realmente los insectos sentirán alguna clase de dolor y sufrimiento? ¿En algún lugar alguna otra mariposa la estaría esperando? ¿Qué tantos lugares habría recorrido cuando aún tenía sus alas intactas? Ahí en ese momento entendí la relación que tenía la libertad con la felicidad y lo importante que significa valorarla en tiempo. No recuerdo si me lo habían enseñado en la escuela, o lo habría visto en la tele o había escuchado a alguien decirlo pero sabía del proceso de la metamorfosis en las mariposas. Pensaba en la magnífica oportunidad que tenía una oruga en convertirse en mariposa; aprender a volar, ser totalmente libre, recorrer la naturaleza, sentir el viento. Pero también pensaba en lo terrible que debía ser conocer lo que era esa libertad y poder tutearla y de un momento a otro perderla.


Texto por: Rocio Rune

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