La vida en una rodada.
Desde que era muy pequeña aprendí
a andar en bicicleta, mis abuelitos quienes vivían en un rancho tenían un enorme
patio para aprender a rodar sin las llantitas laterales, después de varias caídas
lo logre.
Por años deje de usar la bicicleta, en varias ocasiones
me toco encontrarme en la carretera y en la ciudad a grupos ciclistas y solo
pensaba: “que padre ha de ser andar así en grupo, conociendo diferentes lugares”,
después me prometí a mí misma investigar sobre esos grupos para meterme a
alguno ya que siempre se me ha hecho un hermoso deporte; pero por los
pendientes, decidía y rutina de trabajo diaria lo deje pasar. Pero por muchos
años tuve la inquietud de comprar una bici para salirme a rodar cerca de mi
casa pero siempre mis familiares me desmotivaban diciendo cosas como estas: “Estas
loca, y con quien vas a salir” “no faltará a quien le guste tu bici y se la
lleve” “mejor metete a clases de otra cosa”.
Hace aproximadamente unos 7 años
me metí a clases de spinning, pero esos años no fueron constantes 3 fueron de
lleno, 2 combinado con otros deportes, 1 sin hacer nada y luego lo volví a
retomar.
A principios de este año por mi
novio me metí al grupo de ciclistas del que es co-fundador y les voy a contar
mi experiencia.
Después de varios años de estar
esperando mi primera rodada puedo decir que no me equivoque en anhelarlo por
tanto tiempo; es una experiencia que todo mundo debería de intentar al menos
una vez en su vida.
En un inicio todo parecía súper fácil
ya que eran solo terrenos planos y podía presumir de una excelente condición,
pero en mi segunda rodada me di cuenta que no sería tan fácil como lo pensaba,
ya que las subidas eran de mucho esfuerzo y ya después de una hora de andar en
bici se necesitaba tener mucha más condición. Pero como siempre lo he dicho las
cosas fáciles no se disfrutan de igual manera, como se hace cuando las cosas te
cuestan.
Es un deporte que se disfruta al
100% y pondría un porcentaje más elevado si se pudiera, lo disfrutas con cada
uno de tus sentidos.
Los paisajes por los que pasas
son maravillosos, y para mi completamente nuevos muchos de ellos, los colores
de la naturaleza, la forma de flora, los tipos de camino, las construcciones,
ver el cielo estrellado, la luna en todas sus fases o el amanecer con el sol
muy brillante, ver tu compañero al lado tuyo y sentirte en compañía al lado de él, ver la gente de los lugares por los que pasas, los animalitos desde
insectos, ganado y muchos muchisimos perritos.
Sentir como el viento toca las
partes de tu cuerpo en la misma sintonía de la velocidad con la que vas, poner atención
en como los músculos de tus piernas hacen su chamba para mover los pedales, sentir
esa adrenalina y sensación de volar al bajar por pendientes pronunciadas, como
tus manos agarran el manubrio de forma firme pero a la vez suave para en
cualquier momento frenar si se requiere, sentirte en plena libertad de saber
que te puedes dirigir en la dirección que tú quieras y que tienes el control de
tu bicicleta.
Sentir como tus pulmones se
llenan de aire puro, al mismo tiempo de captar los aromas que vas dejando atrás,
oler el aire fresco que te da la naturaleza con toque de hierba y madera, olor a
comida cuando pasas cerquita de puestos de comida al mismo tiempo de
saborearte, olor a carbocito quemado y una infinidad más de olores que pasan
por tus costados.
Escuchar el canto de los
pajaritos por las mañanas, o el canto de los grillos por las noches, escuchar
como tu bicicleta va aplastando hojas secas, piedras o el sonido que hace al ir
de prisa por el pavimento, escuchar los carros de cerquita y de lejos, escuchar
música y cantar.
Planear después de la rodada ir a
desayunar o cenar, con mucha hambre y que te sepa deliciosa la comida después
de la energías gastadas.
Son cosas que se viven y puedes
disfrutar al máximo gracias al ciclismo, que sí; que es un deporte que no es fácil
ya que necesitas mucho esfuerzo, practica e inteligencia emocional para saber que
puedes ir por mas mucho más, me he enojado y reído a la vez, también me ha ayudado a auto-conocerme en
ciertas situaciones que no se te presentan en otros lados, en saber que hay
cosas que son más mentales que físicas. He aprendido que en cualquier momento
se te puede presentar alguna falla en tu bicicleta o en alguna de tus
compañeros pero que es un trabajo en equipo y que todos debemos de estar para
ayudarnos unos con otros, en un inicio confieso que me desesperaba esperar a
otros (muy egoísta de mi parte, pero antes estaba acostumbrada en otros
deportes a yo ir a mi ritmo y no al de los demás); pero no es hasta que te
tienen que esperar a ti para que lo entiendas todo, voy aprendiendo poco a
poquito a administrar mi energía ya que de repente me da por dar acelerones y
mal gasto la energía que ocupare más adelante en el camino.
Todo esto lo he experimentado y aprendido
gracias al mejor compañero, entrenador y novio Alex Michel.
Así que quiero ir por muchos kilómetros
más, quiero ser una excelente compañera, seguir aprendiendo en cada rodada y
tener miles de historias, fotos y recuerdos.
Por: Rocio Rune
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